Con muchas ganas empecé este proyecto. El año pasado participé en un proyecto similar, de lo que tengo buenos recuerdos. Este proyecto era con estudiantes de Granada. Tenía mucha curiosidad por mi compañero, de Chile esta vez. ¿Quién será? ¿Cómo hablará? ¿De qué vamos a hablar?
La primera sesión era muy interesante y divertida también, pero no pudimos hacer la entrevista que hemos planeado. La plataforma era muy instable y cada dos minutos se caía la imagen o el sonido. Muchas veces no pude ver a mi compañero o había un retraso de más de treinta segundos. Lo probamos por MSN y no era mucho mejor; parecía haber un concierto de chapulínes bravos, transmitido por la misma frecuencia en la que estábamos hablando. Después dos horas de intentos, cedimos la ‘video’ en la ‘conferencia’ y hicimos otra cita. Seguimos hablando para conocernos y resultó que mi compañero, que se llama Javier, era un chico muy simpático y muy dispuesto a ayudarme. Además hablamos de muchas cosas que ya había preparado para la entrevista que queríamos hacer esa noche. Rompimos el hielo, y así estábamos preparados para la entrevista que trasladamos a la segunda sesión.
La segunda sesión ya era mucho mejor. Dejamos la plataforma e intentamos hacerlo por Skype. De mi lado no había problemas esta vez, podía escuchar y ver Javier muy bien. Lamentablemente, él no me podía oír muy bien. Desesperados regresamos a MSN, donde no había (afortunadamente) concierto de chapulínes esta vez. Nos podíamos entender, aunque de vez en cuando un sonido, (¿parece a un extraterrestre hablando?), nos interrumpió, retrasando el sonido y emisando ‘pips’ y ‘pin-pans’. A pesar de intervenciones marcianas, nos pasábamos muy bien y hablábamos por más de cuatro horas. Como soy estudiante de ‘estudios latinoamericanos’ quería saber mucho sobre las relaciones entre los países cónicos, la historia de Chile, el gobierno de Michelle Bachelet (la presidente actual de Chile), la influencia de Pinochet en el pueblo chileno etc. No hablábamos solamente de cosas tan profundas y serias; hablábamos también sobre las cosas cotidianas, las cosas pequeñas que dan color a la vida. Un asunto que llamaba mi atención era de las tribus urbanas. También en Holanda tenemos una ‘cultura de jóvenes’ con diferentes grupos (por ejemplo los ‘skaters’, los ‘kakkers’, los ‘emos’, los ‘alternativos’y los ‘gabbers’ en los años 90) pero tenía la impresión de que en Chile las tribus urbanas son más presentes que en Holanda. Además resultaba que hay algunas tribus en Chile que yo no conocí (por ejemplo los ‘pelolais’ o ‘cuicos’y los ‘pokemones’). Lo que sorprendía mucho a Javier es que no cuidamos de nuestros abuelos dentro de la familia, pero que tenemos residencias de ancianos. Lo encontró absurdo y bruto. Veo una tendencia ‘latina’ en este asunto; mi compañera granadina del videoproyecto anterior tenía una reacción igual, y también mis amigos mexicanos rechazaron el tratamiento ‘holandés’ de nuestros ancianos. Después cuatro horas y treinta minutos de entrevista, tenía muchisísima información para elaborar. De hecho, durante el proceso de la redacción resultó que tenía que sacar algunas cosas para mantenerlo legible. Por fin tenía un texto de siete páginas.
La tercera sesión era un poco más corta que la segunda. Yo tenía solamente dos horas, entonces pensaba hacerlo más rápido. Por fin revisamos solamente una página, pero de una manera muy precisa de la que aprendí bastante mucho. Pasábamos cada frase, y Javier me daba sugerencias sobre la ortografía, las estructuras de las frases, los marcadores etc. Me dio también una esquema (¡que él mismo ha escrito!) con diferentes tipos de maracadores que era muy útil.
En la cuarta sesión casi podíamos acabar la revisión de la entrevista. La primera versión era totalmente diferente que la segunda, pero lo hemos mejorado mucho. Como pasábamos cada frase en detalle, no podíamos terminar todo en la segunda sesión. La última parte hicimos por email.
Hasta ahora la cooperación me ha resultado fructífera. He aprendido mucho sobre modismos, jerga y palabras chilenas, la redacción de un texto en español y mucho más. Además estoy acostumbrándome al accento chileno, que me parece muy encantador. Los chilenos no pronuncian todas las vocales, que da el español un dejo de calidez.
Joris Eikenaar.
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